Su presencia frente a cámara comenzó el 14 de marzo y aún se mantiene. Cada suscriptor lo obliga a alargar su singular proeza.

Ludwig Ahgren es un streamer que ya tenía cierto reconocimiento en la plataforma Twitch, pero su fama creció hasta las nubes gracias a su última y extravagante propuesta: una transmisión maratónica que muestra su día a día frente a cámara, sin interrupciones, incluso cuando duerme. La idea no es nueva, aunque un detalle de la modalidad llama la atención: cada usuario que se suscribe (hay que pagar 5 dólares) obliga a que la aventura se estire en el tiempo.

En concreto, por cada nuevo suscriptor se añaden segundos a la transmisión que, acumulados, completaron jornadas enteras. En un comienzo, con cada apoyo se agregaban 20 segundos al stream y ahora, luego de más de dos semanas de un live sin descansos, la cifra bajó a 10 segundos extra. Además, ahora los espectadores están limitados a comprar 100 suscripciones cada uno, cuestión de que un excéntrico con mucho dinero no pueda obligar a este hombre a pasar el resto de sus días frente a cámara.

La aventura de Ludwig comenzó el 14 de marzo y aún está activa en Twitch. Allí se lo ve jugando videojuegos, comiendo, durmiendo, chateando, cocinando y más.

Según cuentan en The Verge, el muchacho solamente se ausentó durante algunas horas, aunque pidió que amigos suyos se hagan cargo de la transmisión. Como fuere, lo cierto es que la propuesta se convirtió en un furor dentro de aquella plataforma e incluso los patrones del servicio promocionaron el stream en la página principal deseándole buenas noches al impulsor de la movida, también con un tuit desde la cuenta oficial.

Ludwig ya era famoso en el mundillo del streaming antes de su singular reality show. Pero su maratón lo catapultó y, a medida que corren los días, se convirtió en el streamer con más suscriptores en Twitch.

Este tipo de eventos se han repetido en los últimos años. Un récord anterior, conseguido por LosPollosTV, había alcanzado seis días de trasmisión ininterrumpida.

Otro caso: también en Twitch, un joven de 26 años que vive en Los Ángeles, conocido como Asian Andy, ganó más de 16 mil dólares en una noche durante una transmisión que consistió en cerrar los ojos y dejar la cámara prendida.