Este viernes, regresarán las actividades culturales luego del segundo freno que tuvo el sector. Ya hay artistas que confirmaron su vuelta a los conciertos con público.

Durante el verano y el comienzo del año los artistas retomaron sus agendas en contexto pandémico; shows con aforos reducidos, giras limitadas y conciertos al aire libre, pero con burbujas. La temporada terminó, los casos de covid aumentaron y las autoridades dieron marcha atrás con los permisos para las actividades culturales. Ahora, la Ciudad decidió habilitar la apertura de teatros y salas desde el próximo viernes.

La industria tendrá una vuelta paulatina y es sabido que será la última en retornar a la normalidad. Los recitales con entradas agotadas, los eventos multitudinarios y las giras interminables son -por ahora- parte del pasado y del futuro. Esta situación expone su difícil realidad y la importancia de prestar atención a uno de los sectores más castigados.

Desde los nuevos anuncios del gobierno de la ciudad , las bandas, los solistas y las productoras empezaron a pensar, en un segundo regreso. Con un porcentaje del 30% de ocupación, los distintos espacios podrán recibir al público deseoso de reencontrarse con sus artistas favoritos. Los músicos y toda la industria necesitan volver a trabajar, algo que lentamente y con los cuidados correspondientes empezará a ocurrir en esta segunda etapa del año.

Al igual que bares y restaurantes, los shows tendrán un tope en el horario y, no podrán extenderse más allá de las 23.00, debido que a partir de las 00.00 rige la restricción para la circulación en CABA.

Con esta noticia, ya hubo músicos que salieron a primerear los anuncios. Juanse confirmó que la fecha del 24 de julio en el Gran Rex está en pie y que luego del show, planea una gira. Nonpalidece afirmó que volverá a tocar para presentar las canciones de su nuevo disco aunque no definió la fecha, y Massacre tocará el 3 de julio en el teatro Coliseo.

Los conciertos atravesaron diferentes etapas, los vivos caseros, el streaming profesional, los autoconciertos y las burbujas. En todos los casos, debieron enfrentar altísimos costos que no lograron equiparar con la venta de entradas, debido a que los cortes de tickets siempre estuvieron por debajo del 50% de la capacidad.