Violencia de género

Estudio sobre violencia machista a las candidatas argentinas

A partir de un estudio, se reveló que más del 85% de las candidatas han sufrido violencia machista a través de las redes sociales, entre ellas se incluye Twitter, Facebook e Instagram. Estos son los resultados que se dieron a conocer en el Primer Conversatorio sobre Violencia Contra las Mujeres y las Disidencias en Política.

El encuentro, que se realizó el pasado jueves, fue organizado por el Instituto Julieta Lanteri de Fundeco (Fundación Nuevos Derechos, Copppal (Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina), Anap (Asociación Nacional Argentina de Politólogos) y ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género).

En dicho evento, se propuso analizar las manifestaciones de violencia machista que deben, y debieron, sufrir las candidatas mujeres y disidentes en las redes sociales durante la campaña electoral de este año.

¿Qué es la violencia machista en política? "Cualquier acción, conducta u omisión basada en su género, de forma individual o grupal, que tenga por objeto o por resultado menoscabar, anular, impedir, obstaculizar o restringir sus derechos políticos, conculca el derecho de las mujeres y disidencias a una vida libre de violencia y el derecho a participar en los asuntos políticos y públicos en condiciones de igualdad con los hombres”, dice el informe.

Esta violencia se manifiesta a través de:

- Expresiones discriminatorias (violencia simbólica contra las mujeres, comentarios abusivos o insultos machistas, menosprecio a sus capacidades, alusiones al cuerpo y la sexualidad, roles y mandatos de géneros)

- Acoso (conductas molestas, perturbadoras o intimidantes)

- Campañas de desprestigio (expresiones de descalificación, daño o perjuicio de la trayectoria o credibilidad de las candidatas)

- Amenazas (expresiones y contenido en tono violento, lascivo o agresivo).

Para el estudio se analizaron más de 225 mil interacciones de los usuarios con las candidatas monitoreadas durante las elecciones PASO y en la semana previa.

Las palabras más usadas: "tonta, petera, travesti, pendeja, gorda, falopera, boluda, grasa, chorra, trola, yegua, minita, idiota, hueca, ladrona, mogólica, pelotuda, negra, frígida, feminazi".

Entre los resultados se destacan expresiones discriminatorias (sufridas por el 48,52% de las candidatas), el menosprecio de capacidades (30,29%), frases alusivas a roles y mandatos de género (13,34%), referencias al cuerpo y a la sexualidad (56,38%), acoso (27,44%), desprestigio (2,97%), amenazas (11,98%): que puede ser amenaza física (19,54%), psicológica (3,38%), económica (39,47%) y sexual (37,61%).

Otro estudio reciente, realizado por el Observatorio Julieta Lanteri, revela que “el 90% de las militantes mujeres ha sufrido alguna vez en su trayectoria política algún tipo de violencia machista. El 65% fue insultada en redes sociales, el 88 % fue víctima directa o indirecta de “bromas” sobre “las mujeres” a modo de chiste o ridiculizando su desempeño en alguna tarea política”.

Según la Encuesta nacional de Violencia Contra las Mujeres y Disidencias en política, una de cada dos mujeres fue maltratada verbalmente alguna vez en una actividad política (principalmente mediante insultos o gritos), dos de cada diez 10 mujeres sufrieron algún tipo de agresión física y tres de cada diez fueron víctimas de contacto físico no deseado en un ámbito político.

A su vez, en "La Violencia política contra las mujeres en Argentina: experiencias en primera persona”, trabajo realizado por ELA en 2018. De las legisladoras encuestadas, ocho de cada diez sufrió violencia a lo largo de su carrera. Los tipos más frecuentes fueron la psicológica (50%) y la simbólica (28%) y en menor medida, las económica (22%), la violencia física (9%), la violencia sexual (7%).

"Las diferentes manifestaciones de violencia machista en la política a través de las redes sociales reproducen y refuerzan los estereotipos de género, con el objetivo de desalentar la plena participación política de la mujeres y disidencias",afirma el estudio presentado en el Conversatorio. Luego, concluye: "Es necesario visibilizar este fenómeno masivo y persistente, y es fundamental construir estrategias para prevenir, sancionar y erradicar este tipo de violencia".

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