La increíble historia de Luan: tiene cinco años y con una prótesis en la pierna practica skateboard

Los médicos les informaron a los papás que iba a nacer con una malformación congénita en el fémur. La fuerza de este pequeño para enfrentar sus propios miedos y el compromiso de los padres para concientizar sobre la diversidad corporal.

Desde hace un año y medio, cuando descubrió la sensación de moverse sobre la tabla, todas la semanas a la salida del jardín Luan va a un Skate Park que queda cerca de su casa. “Para nosotros y para él es un desafío. Es un deporte que implica cierto riesgo y al usar una prótesis tiene sus miedos, pero lo que tiene el skate es que te hace enfrentarlos y seguir adelante”, explicó Kenia Romero Fernández, la mamá a los medios.

Según cuenta Alejandro Ponce, el papá, dos meses antes de que naciera, los médicos les informaron que Luan iba a nacer con una malformación que se llama fémur corto congénito: “El fémur es más corto y tiene agenesia de peroné -una pierna más chica que la otra-. Para complementar esa diferencia usa una prótesis y tiene un pie cosmético”.

Antes de que cumpliera un año, los papás consiguieron la prótesis y Luan empezó a hacer kinesiología para que le enseñaran a caminar: “Al año y medio Luan ya estaba andando. A los dos, le hicieron una operación compleja en el Hospital Gutiérrez que implicó la reconstrucción de la cadera y la rodilla. Eso le permitió cambiar la prótesis a una con rodilla articulada así que la puede mover sin ningún problema, algo que antes de la intervención no podía hacer”, detalla la madre.

El deporte como estilo de vida

Si había algo que los papás tenían claro desde que nació Luan, era que iban a fomentar el deporte en su hijo: “El regalo de Navidad de los dos años fue un monopatín, también acondicionamos una bicicleta, pero después de ver a su hermano más grande andar en skate, cuando a los cuatro le compramos el suyo se largó con todo. Suponemos que es porque le significó un desafío más grande y por eso decidió seguir con esto”.

Al ver la pasión con la que el nene de cinco años anda en el skate, Alejandro decidió acompañarlo en este deporte. Entre risas, confiesa que es su hijo quien le enseña a usarlo. Por su parte, Kenia afirma que por momentos siente miedo de que se caiga y se lastime, pero que entendieron que la mejor forma de atravesar los temores es trabajando las emociones en casa: “No hay nada de lo que no podamos hablar, es más, creemos como familia que es fundamental poner el miedo en palabras para superarlos, transitarlos y progresar”.

Ya sea en la plaza, en la escuela o desde las redes sociales con la cuenta de instagram @luan_pisando_fuerte, la familia transmite la idea de que deporte y discapacidad van de la mano. “Históricamente se los excluye de todos los ámbitos por la falta de acceso. Creemos que estar acá parados es una cuestión política en tanto la gente ve que personas que usan una prótesis, personas con discapacidad están y se apropian de los espacios”.

El mensaje que dan desde su familia es claro y contundente: las personas con diversidad corporal, con discapacidad, pueden hacer deporte. Sobre el ámbito del Skate, en el que Kenia contó que son todos muy solidarios, también indica que falta mucho: “Hay más varones que mujeres y hay cierta estética corporal que intentamos romper”.

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