El seleccionado argentino se consagró subcampeón del torneo que se realizaba en China. Tras realizar un mundial histórico, el conjunto “blanquicelete” cayó en el duelo final contra la poderosa España, con un resultado final de 95-75.

Aunque lograr el título se había vuelto el deseo de todos los argentinos, no debe minimizarse la excelente participación del equipo. Los dirigidos por Sergio Hernández se abrieron paso con grandes actuaciones y dejando a gigantes en el camino, como lo fueron las victorias sobre Serbia, en cuartos de final, y Francia, en semifinales.

Desde el primer minuto del partido quedó en claro que el duelo sería cuesta arriba y como nunca en todo el torneo siempre de atrás. “La roja” dominó de manera avasallante la lucha por los rebotes (47 a 27), contó con muchísimas dobles oportunidades. De esta forma, la esperanza solo se redujo a pequeñas rachas por la inspiración individual de Gabriel Deck (24 puntos), por mucho el mejor valor del equipo nacional.

Por otro lado, Facundo Campazzo (2 de 11 en tiros de campo) no logró mostrar su nivel de actuaciones pasadas y Luis Scola (1 de 10 de campo) fue muy dominado y recién pudo anotar sus primeros puntos en sobre el cierre del tercer cuarto, que terminó con diferencia de 19 (47-66).

En el último cuarto se ganó en intensidad y se llegó a recortar a 12, pero no hubo mucho más para hacer y la distancia era irremontable. Solo quedó tiempo para el aplauso final.