A 45 años de la fundación de Abuelas de Plaza de Mayo, la presidenta y emblemática referente de la lucha por los Derechos Humanos, Estela de Carlotto, destacó el largo recorrido de una institución a la que describió como "el lugar de la alegría" y donde "cada día se celebra la vida".
La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, fundada el 22 de octubre de 1977 en plena dictadura cívico militar, lleva adelante desde entonces "la búsqueda incansable" de los nietos apropiados durante el terrorismo de estado en Argentina, como refiere con voz calma pero firme Carlotto, pronta a cumplir 92 años. En ese marco, la presidenta del organismo describió la celebración como "muy gratificante", en diálogo con Télam.
"Nos llena de tanta felicidad y alegría el amor que recibimos que nos olvidamos de la enfermedad y la vejez. Parece mentira que hayan pasado ya 45 años de lucha. Quedamos muy pocas abuelas, somos muy mayores todas, algunas ya no están, otras están enfermitas, pero la lucha continúa y mientras podamos, la seguiremos liderando con la tranquilidad de que ya tenemos el ´relevo´", expresó De Carlotto.
Por el 45° aniversario de Abuelas se realizarán distintas actividades culturales y recreativas. Una de ellas en Tecnópolis, este sábado 22 de octubre, fecha en la que además Estela de Carlotto cumple años. Al respecto, la referente de Derechos Humanos, exclamó sobre la convocatoria: "Va a ser una fiesta, un momento de encuentro para toda la familia en la que todos los nietos están trabajando".
Al ser consultada, sobre sus orígenes en relación al organismo, la presidenta respondió que "cada madre y abuela se unió lamentablemente cuando le tocó la búsqueda".
"En mi caso, desapareció primero mi marido y después mi hija Laura. Fue a través de Nelva (Alicia Méndez), madre de María Claudia Falcone, una de las jóvenes secuestradas en "La noche de los lápices". Ella ya estaba involucrada en la búsqueda y un día me dijo: "Estela no estés sola porque hay otras señoras como vos buscando que son madres y a la vez abuelas que se reúnen". Me dio la dirección, fui y me recibieron con los brazos abiertos. Ahí se formó un lazo eterno", agregó.
Respecto a sus inicios en la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela expresó que las caminatas se caracterizaban por realizarse "a puro llanto".
Además, dijo que ella "tenía mucho miedo", ya que según manifestó "la plaza, no era una plaza". "Era un ejército montado con uniformados a caballo, perros, carros hidrantes. Muchas veces pasaron cosas que tuvimos que lamentar, detenciones de hombres y mujeres. Por eso, una de nuestras consignas era decirle a nuestros maridos, que no vengan a la plaza, que se queden cuidando al resto de la familia. Porque para los asesinos ellos eran "los responsables" y nosotras éramos "las tontas", "las locas", "déjenlas que caminen ya se van a cansar ", puntualizo.
"Caminamos y seguiremos caminando mientras tengamos fuerza", remarcó.
"Los primeros que pudimos encontrar fueron aquellos niños secuestrados con sus padres, ya nacidos, de unos años de edad. Pegábamos sus fotos en las calles de Buenos Aires y otras ciudades, la gente reconocía a esa criatura y así pudimos llegar a los primeros nietos sin necesidad de reconocimiento por medio de la sangre", dijo.
En ese contexto, la presidenta del organismo destacó la labor que realiza el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).
"Encontrar un nieto de otra abuela es una fiesta como si fuera el propio. Se hace presente en carne y hueso una persona tan querida, tan buscada y tan sufrida", opinó respecto a la sensación que experimentó frente a cada nieto encontrado.
Además, dijo que un pilar fundamental para continuar la lucha y no bajar los brazos fue "la fuerza de la madre, la fuerza de la abuela, la fuerza de la mujer", que les permitió seguir adelante y "no inmovilizarse".
Por ello, manifetsó que para ella la institución para ella representa "un lugar de alegría donde cada día se celebra la vida".
"Alegría por lo que estamos haciendo, por los encuentros, por los hijos de los nietos que hemos encontrado. Alegría porque hay que festejar la vida. Celebrar un cumpleaños es casi cotidiano y cuando vienen a visitarnos se dan cuenta de que nuestra lucha no tiene ni odio, ni rencor, ni revancha, ni venganza, sólo memoria, verdad y justicia", agregó.
Al ser consultada sobre el consejo que le diría a una persona que duda sobre su identidad que no se anima a dar el primer paso, la referente de Abuelas de Plaza de Mayo respondió que "no hay que quedarse con la duda". "Están los brazos abiertos de Abuelas para recibirlos, atenderlos y acompañarlos", subrayó.