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"Me voy a desmayar": la reacción de una moza al recibir una propina se volvió viral

Además de compartir información de actualidad, fotos, videos, bromas y memes, las redes sociales también son el reflejo de un sinfín de anécdotas que trascienden a los usuarios que las comparten y se viralizan a golpe de likes, comentarios y reposteos.

Y un tópico muy frecuente entre esas anécdotas, suelen ser las relacionadas al ámbito laboral, más específicamente a todo lo que tienen que ver con experiencias de atención al público.

En ese sentido, son muchos los usuarios que comparten con sus seguidores experiencias que vivencian en sus ámbitos de trabajo. Si bien muchas suelen ser desagradables, como malos tratos o pagas miserables, hay veces que las buenas noticias son las protagonistas.

Es el caso de esta camarera, quien compartió con la comunidad virtual la enorme alegría por haber recibido una generosa propina por parte de un cliente: “Cosas por las que me gusta ser mesera”, escribió como reseña, y compartió un video con el ticket en cuestión.

En el clip, puede verse el comprobante con el total a pagar, que daba una suma de 91,68 dólares. De ese monto, se ve discriminado: 41,68 (unos $6.300, según el cambio oficial) correspondían al consumo del cliente, y 50 dólares (unos $7.650) fueron los que le dejó el cliente como propina a la moza.

El post recibió cientos de likes de quienes se alegraron junto con ella de la abultada gratificación recibida por la joven: “Ahora quiero ser mesera solo por los caramelos”; “Afirmo. A mí me dieron una buena Propina unas gringas”; “Oralee qué cliente espléndido”, escribieron los usuarios. Y cuando uno de ellos le comentó: “Un caramelo”, ella cerró divertida: “En dólares saben mejor”.

La historia tiene a una mujer llamada Jennifer Vernancio como protagonista, quien debía ingresar a su trabajo a las 11 de la mañana y no podía conseguir una niñera para su hijo.

Ya en Big Cheese & Pub, el restaurante de Cranston, Rhode Island (Estados Unidos), donde trabaja hace tres años y medio como camarera, atendió a sus primeros clientes, quienes pidieron sándwiches, pagaron el ticket de 48 dólares y se fueron.

"El señor miró por encima del hombro y dijo que tuviera un buen día. Le dije: 'Usted también', relató Vernancio. Luego, se acercó a limpiar al mesa y quedó en shock: la pareja le había dejado una propina de 810 dólares (unos $95.737).

"Estoy como, ¿estás bromeando? esto no puede ser. Se lo llevé a mi gerente y al principio dije: 'Esto no puede ser'", recordó Jennifer. Según contó la moza, fue la propina más grande que había recibido a lo largo de sus 20 años como camarera.

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