Después de 40 años de prohibición, las mujeres pudieron ir a la cancha a ver un partido en Irán. El hecho sucedió en un encuentro contra Camboya y la FIFA supervisó la operación.

La comisión está formada por responsables en materia de derechos humanos, seguridad y competiciones, según informó la organización que rige el fútbol a nivel mundial.

Esta decisión se tomó luego de que Sahar Jodayari, de 29 años, se suicidara al saber que sería condenada a seis meses de cárcel por intentar ingresar a un estadio de fútbol disfrazada de hombre. La chica quería ver el partido entre Esteghlal y el Al Ain.

Jodayarí, conocida como la “chica azul” por los colores de su equipo, el Esteghlal, pasó dos días en la cárcel de Gharchak por ello y fue liberada a la espera de juicio. Sin embargo, cuando supo que podía enfrentarse a una condena de seis meses de cárcel, se prendió fuego.

Tras convertirse en un símbolo de la lucha por la igualdad de los derechos, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, anunció el 22 de septiembre que Irán permitirá que las mujeres entre al estadio Azadi para presenciar el encuentro clasificatorio al Mundial de Qatar 2022.

Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) y Open Stadiums cuestionaron que haya un número limitado de entradas para el público femenino con 4.600 de las 78 mil localidades. Además, que estén ubicadas en un espacio solo para mujeres.

Irán es el único país que mantiene este tipo de prohibición para las mujeres en el fútbol, ya que Arabia Saudita abolió la ley a principios del 2018. De todas maneras, aún tiene algunas condiciones peculiares como que tiene que ir acompañadas de hombres y ubicarse en zonas reservadas para la familia.

En los últimos días, la UEFA pidió a los clubes europeos que no jueguen en países con prohibiciones para las mujeres. “No podemos castigar a nadie, está fuera de nuestra jurisdicción, pero eso no significa que debamos callarnos y decir que no podemos hacer nada”, dijo su presidente, Aleksander Ceferin.