Franco Masini forma parte del grupo de los galanes enigmáticos, de esos reyes de la tele que optan por mantener su vida amorosa lo más escondida posible.

Cuanto menos se hable de ellos, mejor: más tranquilidad, menos revuelo, más calma, menos ruido. Igual, las cosas trascienden, y una visita suya a un evento despertó las inquietudes: ¿Por qué fue solo? ¿Por qué no lo acompañó su novia? La respuesta resultó la más obvia de todas: porque se separaron.

Masini, uno de los integrantes de la nueva camada de rompecorazones televisivos, concurrió soito y solo a la apertura del local de Olivos de Emperador Meiji.

Los asistentes tomaron rápida nota de que el muchacho, de indiscutida facha y presencia cualquiera sea el look que se tire encima, compartía la velada con amigos en vez de hacerlo con su pareja, como de costumbre.

Ahí nacieron todas las preguntas, que se resolvieron rápidamente: Franco y quien era su muchacha, Juana Farrel, decidieron ponerle punto final a su vínculo tras casi cuatro años de relación.

En las cercanías del actor se habló del remanido y siempre utilizado "se separaron en buenos términos", lo que abrió la puerta a otro interrogante crucial en este tipo de casos: ¿Qué sucedió en realidad, por qué cortaron si todo parecía caminar sobre ruedas entre ellos?

Allí las informaciones se vuelven cruzadas. Para algunos, lo que existió en la pareja fue un lógico desgaste después de atravesar un largo período de relación. "Hay otros intereses, empiezan a erosionarse las bases que parecían sólidas y hasta puede haber un aburrimiento" agregaron los conocidos de la pareja. Nadie habló de terceros en discordia, pero vieron cómo es esto: con los famosos nunca se sabe.

Masini se hizo conocido por sus dotes artísticos, por su pinta de príncipe de películas de Hollywood y también, para qué negarlo, por su explosivo romance con Cande Tinelli, una de las tres hijas mujeres de Marcelo.

Su ingreso a ese clan le permitió multiplicar "por mil" su nivel de popularidad. Tras separarse de la morocha, no se le conocieron novias hasta que le dio el primer beso a Juana.

En su momento, Para Ti celebró la historia de amor presentado a ella de esta manera: "Juana es hija de unos importantes y reconocidos empresarios de moda argentinos que se dedican a la fabricación de prendas y accesorios de cuero. Juana trabajó desde chica en la empresa familiar, luego vivió un tiempo en París, donde se capacitó para entender el funcionamiento de la moda en otros países. También viajó a Japón donde se inspiró para crear su propia colección cápsula que se llama J Gang dentro de la marca de sus padres".