Charo Calamaro, hija del icónico músico Andrés Calamaro y la reconocida actriz Julieta Cardinali, está comenzando a forjar su propio camino en el mundo de la moda. A sus 17 años, la joven demuestra tener un estilo auténtico y una fuerte pasión por el modelaje, una inclinación que combina influencias tanto de su madre como de su padre. Con pasos firmes y decididos, Charo se posiciona como una figura emergente en el universo fashionista argentino.
Desde pequeña, Charo ha estado ligada al ambiente artístico, no solo por ser hija de dos reconocidas figuras del espectáculo, sino también por su propio interés en el arte y la moda. Su madre, Julieta Cardinali, lanzó en 2018 Cardinal, su propia marca de ropa, y fue precisamente allí donde Charo debutó como modelo. Este primer acercamiento al mundo del diseño y las pasarelas fue el punto de partida para que la adolescente se afianzara en su pasión por la moda. “Escucha muy buena música, que tiene que ver con su papá. Tiene un oído muy refinado y le gusta mucho la moda como a la mamá. Es una mezcla y es muy personal al mismo tiempo. Tiene su impronta”, expresó Julieta en diálogo con Infobae, destacando la personalidad única de su hija.
En sus redes sociales, especialmente en Instagram, donde ya suma más de 23.000 seguidores, Charo comparte su amor por la moda con impactantes looks que van desde outfits urbanos hasta propuestas más sofisticadas. En una de sus últimas publicaciones, mostró su presencia en un exclusivo desfile de moda, confirmando su creciente protagonismo en el sector. Sus seguidores destacan no solo su belleza, sino también su autenticidad, algo que parece haber heredado de la autenticidad artística de su padre y el buen gusto de su madre.
El camino de Charo en la moda no es casualidad. Desde sus primeros años, ha estado rodeada de arte y creatividad. Nacida el 12 de enero de 2007, Charo fue fruto de la relación entre Andrés Calamaro y Julieta Cardinali, una pareja que comenzó su historia de amor en 2005 tras conocerse en Madrid. Aunque su romance fue de bajo perfil mediático, en 2010 decidieron casarse, aunque poco tiempo después enfrentaron una separación marcada por conflictos y disputas legales, principalmente relacionadas con la manutención de Charo.
A pesar de las diferencias entre sus padres, Cardinali siempre priorizó la crianza de su hija. “Soy madre de lunes a lunes. Charo nunca se va con el papá, no tengo nunca un día libre. Pero ella es lo mejor de mi vida”, afirmó en su momento la actriz, quien optó por alejarse de los medios para dedicarse por completo a su rol de madre. Por su parte, Andrés Calamaro también ha manifestado su esfuerzo por estar presente en la vida de su hija, aunque el vínculo entre ambos ha sido limitado.
Ahora, Charo comienza a escribir su propia historia, lejos de los conflictos familiares y cerca de sus pasiones. Con una clara inclinación hacia el mundo de la moda, su participación en desfiles y su rol como imagen de Cardinal marcan los primeros pasos de una carrera que promete seguir creciendo.
Su influencia no se limita a las pasarelas. En sus redes sociales, Charo se muestra cercana y auténtica, compartiendo detalles de su vida cotidiana, sus gustos musicales —heredados de su padre— y su pasión por la moda. Su estilo combina la frescura de la adolescencia con la sofisticación que aporta su madre, creando una identidad única que la destaca entre las jóvenes promesas del modelaje.