Género

Escándalo mundial por violación en la casa de Gran Hermano

Ocurrió en 2017, pero en ese momento ni los productores ni el canal emisor consideraron la gravedad del tema. La ex participante está con tratamiento psiquiátrico. El debate llegó a la BBC y a The New York Times.

Si alguna mancha le faltaba al programa Gran hermano, era esta. El experimento televisivo de varias personas bajo un mismo techo, con cámaras las 24 horas hasta en el baño, recorrió el mundo con diversas problemáticas, pero ahora pone en el centro del debate el poco cuidado y la gravedad de un tema que en 2017 no se denunció como se debía: una violación.

En aquel momento no se habló del tema de esa forma. Se habló con superficialidad. El programa siguió como si nada, y hubo poco cuestionamiento del público. La gravedad del asunto: relaciones sexuales no consentidas. O sea: violación.

Ocurrió en España. Carlota Prado se había anotado en el reality, fue seleccionada, convivió con otros participantes y mantuvo una relación dentro de la casa con José María López, el presunto autor del abuso.

Durante una noche de baile, él se aprovechó sexualmente de ella, que se encontraba inconsciente por el alcohol. En ese momento, el asunto se cerró con la expulsión de López por "conducta intolerable" y con el abandono temporal de Carlota. El show siguió.

Por entonces ​Telecinco de España emitía la decimoctava edición de Gran Hermano. Desde el certamen salieron a decir, comunicado mediante: "La dirección de GH ha decidido expulsar del programa a José María por lo que considera una conducta intolerable. Asimismo, ha considerado oportuno que Carlota deje la casa". No hubo más detalle de lo sucedido, ni se usaron las palabras abuso o violación.

El diario El confidencial logró entrevistar a Carlota dos años después, y las declaraciones viralizaron el asunto a todo el mundo. La muchacha lo contó así: "Celebrábamos una fiesta en la casa, una de tantas. Lo normal era que nos facilitaran alcohol. Recuerdo que yo estaba preocupada porque apenas teníamos comida y los efectos del alcohol podían ser mayores. Y bueno, me sentó mal a mí, al igual que le podía haber sentado mal a otras personas. Lo último que recuerdo bien es estar en la cocina. Las imágenes en las que me encuentro en el salón, que he subido a mi cuenta de Instagram, no las recuerdo". Luego, habla de un forcejeo.

"Hubo una reacción normal en mí ante algo que no me está gustando nada. Se ve un forcejeo porque evidentemente no me gusta que me metan mano... Lo que está pasando en ese momento ya es suficiente como para tomar cartas en el asunto, algo que 'GH' no hizo... Esas imágenes no son un primer plano de lo que estaba sucediendo, alguien en las redes sociales lo encontró y aumentó el espacio en el que estábamos esa persona y yo. Digo esa persona porque me resulta imposible decir su nombre", detalló Carlota.

"(En el confesionario) me dijeron que me tranquilizara y que tenía que ver unas imágenes. Y en ese momento me pusieron el vídeo con lo que sucedió esa noche, sin avisarme de lo que estaba a punto de ver. No sé cuál es el procedimiento en estos casos, porque yo no soy especialista, pero tendría que haber estado una persona a mi lado, un psicólogo o alguien que me ayudara a enfrentarme a esas imágenes tan duras. Jamás me preguntaron si yo quería ver eso... Si me llegan a preguntar, hubiera dicho que no. Yo no hubiese querido tener para el resto de mi vida esa mierda en la cabeza".

"Si yo hubiese estado consciente, te garantizo que no hubiera pasado lo que pasó, pero si estás inconsciente, no te puedes defender. Es mi cuerpo el que sale ahí, inconsciente y violado. Me da exactamente igual que en el Código Penal ponga que una violación es con violencia y un abuso sexual sin violencia. Es que incluso se ve cómo se ríe de mí después de hacerlo".

Carlota contó que vive con pesadillas y ataques de ansiedad. "Estoy en tratamiento psiquiátrico y psicológico, tomando medicación, evitando muchas veces incluso salir a la calle sola... Ahora estoy en Estepona, donde vive mi madre, pero muchísima gente me conoce y me sigue haciendo preguntas", admitió.

Ahora que el tema vuelve a la luz, desde la productora de GH se pronuncian sobre el tema: "Zeppelin, la empresa, asegura que "revisará sus protocolos y reforzará sus equipos para afrontar posibles situaciones de vulneración de derechos. Y en relación a la concursante Carlota, lamenta y reconoce que fue un error la primera comunicación en el confesionario y le pide disculpas por ello", se lee en el comunicado en redes sociales.

La productora también especifica el método de actuación que se llevó a cabo "después de detectar que la concursante podía haber tenido relaciones sexuales no consentidas": la presentación de la denuncia pertinente, la expulsión de José María del concurso y el traslado de Carlota a un hotel.

El tema pasó las fronteras y llegó a la portada de The New York Times. El ciclo Gran Hermano continúa al aire en distintos países. En España, el programa atraviesa una fuga de anunciantes, después de que numerosas marcas deciden dejar de promocionar sus productos durante los cortes publicitarios.

Comentarios