GUAYMALLEN

Preocupación en Mendoza: Otra joven denunció que fue raptada, pero logró escapar

Casi dos semanas después del caso de la estudiante universitaria que fue secuestrada y abusada sexualmente por un vecino en el distrito de El Borbollón, Las Heras, una chica de 16 denunció que fue víctima de un hecho similar en Guaymallén. De acuerdo con su relato, dos hombres la llevaron por la fuerza a una vivienda del asentamiento Castro, de donde consiguió escapar durante la ausencia de ambos captores.

Más allá de la versión que ofreció la adolescente, en la causa tomó intervención el fiscal de Robos, Hurtos y Sustracción de Automores Galdo Andreoni, ya que a la víctima le sustrajeron su celular y los detectives reunían pruebas para confirmar si realmente existió un caso de privación ilegítima de la libertad.

Del mismo modo, la madre de la menor de edad sostuvo que su hija pudo haber sido blanco de un ataque sexual, de características similares al ocurrido en Las Heras. Pese a que en un principio no surgieron elementos que permitieran establecer que la joven haya sufrido vejaciones, se le dio intervención a policías de la División Delitos Contra la Integridad Sexual, de Investigaciones, para practicar las averiguaciones pertinentes, explicaron fuentes judiciales consultadas por MDZ.

La denuncia

De acuerdo con el relato de la joven, a la que este diario tuvo acceso, todo comenzó el sábado a las 20 cuando tomó un colectivo del Grupo 900 (El Cacique S.A.) en Maipú, para dirigirse hacia Guaymallén.

Cuando iba por calle 25 de Mayo, antes de llegar a Rondeau, la muchacha se levantó de su asiento para bajar del colectivo. Cuando descendía por la puerta trasera de la unidad, dos sujetos de unos 30 años, quien también iban como pasajeros, la patearon desde atrás y la arrojaron al piso.

Acto seguido, los individuos le colocaron un trapo en la boca y la durmieron, de acuerdo la versión que le ofreció la adolescente a las autoridades.

La denunciante agregó que luego, sin saber cuánto tiempo había transcurrido, despertó y descubrió que estaba en el interior de una precaria vivienda. Tenía la ropa puesta, pero ya no contaba con su celular, y junto a ella estaba durmiendo un hombre canoso, de unos 70 años. Pese a que intentó despertarlo, no lo logró.

Luego, contó, advirtió que en el lugar había un celular y lo tomó. Pese a que el aparato estaba encendido, no tenía tarjeta SIM colocada, por lo que no podía pedir auxilio.

En tanto, la puerta de ingreso a la propiedad se encontraba bloqueada por un mueble de grandes dimensiones, por lo que se aventuró a salir por la parte trasera, donde encontró varias bicicletas abandonadas, surge del procedimiento.

Una vez afuera, notó que estaba en un asentamiento y se dirigió hasta la calle principal, donde se topó nuevamente a los hombres que la habían secuestrado, reveló la joven en la presentación judicial, motivo por el que salió corriendo hacia calle Castro, luego dobló por 9 de Julio y llegó hasta Elpidio González, donde tomó el primer colectivo que pasó por una parada del lugar.

Finalmente, bajó en calles 25 de Mayo y Azcuénaga, donde le pidió auxilio a una pareja que estaba vendiendo huevos de pascua, que llamó a la línea de emergencias 911 para alertar sobre la situación.

En primera instancia, tomó intervención una ayudante fiscal de la Oficina Fiscal N°2 Guaymallén.

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