Las elecciones a gobernador en Corrientes dejaron un fuerte revés para La Libertad Avanza (LLA). El candidato del oficialismo libertario, Lisandro Almirón, apenas alcanzó el 10 por ciento de los votos y quedó en cuarto lugar, muy lejos de las expectativas previas y de los principales contendientes: el radical Juan Pablo Valdés, quien ganó en primera vuelta, el peronista Martín “Tincho” Ascúa y Ricardo Colombi de ECO.

La derrota se produce a solo una semana de los comicios en la provincia de Buenos Aires, donde el gobierno nacional apuesta a un triunfo de la mano de su alianza con el PRO. La pobre performance de Almirón encendió las alarmas en la estrategia libertaria.

La campaña en Corrientes ya había estado marcada por la tensión: el cierre encabezado por Karina Milei y Martín Menem terminó en disturbios, cuando un grupo de manifestantes increpó a la caravana libertaria. Hubo corridas, empujones y hasta detenciones, lo que obligó a evacuar a las principales figuras nacionales.

El día de la votación, la secretaria general de la Presidencia decidió no viajar, y Almirón esperó los resultados junto a su equipo. Mientras tanto, el presidente Javier Milei agitaba las redes denunciando irregularidades: desde presunta falta de boletas hasta entrega de bolsas de mercadería por parte del oficialismo provincial.

El gobernador Gustavo Valdés, reelecto a través de su hermano Juan Pablo, negó cualquier responsabilidad y definió la campaña como “la más sucia en la memoria reciente”, aunque restó dramatismo a los incidentes.