Las elecciones en la provincia de Buenos Aires dejaron un mensaje claro: la sociedad ya no tolera la agresión ni el sufrimiento sin destino.
Durante años, la polarización empujó al país a un péndulo brutal: de los ultra K a la ultra derecha, sin espacios para discutir soluciones reales.
En 2023, muchos votantes del PRO acompañaron a Milei en la segunda vuelta presidencial como reacción frente al kirchnerismo. Pero en 2025, buena parte de esos mismos ciudadanos eligieron la abstención, reflejo de la falta de opciones y del desencanto frente al oficialismo libertario.
Ese péndulo que nos condena a empezar siempre de cero debe detenerse. Esta elección mostró un movimiento esperanzador hacia la moderación. Fue como gritar: el rey está desnudo.
Los bonaerenses dejaron en claro que no quieren vivir bajo mesías crueles que disfrutan con el sufrimiento ajeno, pero tampoco desean regresar al pasado. Quieren hechos, gestión y resultados.
En ese marco, HECHOS -un nuevo espacio político-demostró en San Nicolás que se puede gobernar con responsabilidad y eficacia. Es una señal clara: está creciendo otra manera de hacer política.
Ahora el desafío está en la dirigencia: consolidar este camino sin repetir viejas prácticas, con eficacia y humildad. La ciudadanía está haciendo su parte.
Ganó el rechazo a la locura y el peso territorial de los buenos Intendentes. Hay lugar a la esperanza de que nazca una opción distinta: la moderación eficaz, con hechos concretos.