El plan de viviendas del gobernador Claudio Poggi nació como una promesa de inclusión y terminó convertido en un foco de frustración y enojo social. Lo que en campaña se presentó como el regreso del histórico modelo habitacional de San Luis, hoy es señalado como un sistema improvisado que entrega materiales en lugar de viviendas y deja afuera a miles de familias sin terreno.

“Nos prometieron una vivienda y nos quieren dar materiales para construir una pieza, cuando no tenemos ni el terreno”, fue uno de los comentarios más repetidos en redes sociales tras la revalidación de datos del programa.

La modalidad de “ayuda con materiales” generó confusión y bronca: los beneficiarios denuncian que el gobierno solo entrega insumos a quienes puedan levantar una construcción por su cuenta, dejando a los más vulnerables completamente excluidos.

El propio ministro de Desarrollo Humano, Gustavo Bertolini, intentó mostrar avances con un video donde se veía la maqueta de una “solución habitacional básica”: una pieza con baño y una pequeña bacha. Lejos de generar esperanza, la publicación encendió las críticas.

“Eso no es una casa, es un cuartito para sobrevivir”, escribió un usuario, reflejando la indignación general.

La situación se agravó cuando se conoció que los materiales no serán gratuitos, sino entregados por tandas y con obligación de pago inmediato. “Es una estafa lo de Poggi y las viviendas”, denunció un beneficiario en redes.

El contraste con las promesas electorales es abismal. Poggi había asegurado que “San Luis volvería a ser ejemplo de políticas habitacionales”, pero a casi un año de gestión solo se entregaron cien viviendas en toda la provincia.

El resultado, dicen los vecinos, es un programa que no construye hogares, sino frustraciones. En palabras de un residente de Villa Mercedes: “En la San Luis de Poggi, el sueño de la casa propia se achicó tanto que ya ni entra una familia adentro.”