Durante la entrega de los premios “Innovator” de WSJ Magazine en Nueva York, Billie Eilish cambió la música por la crítica social. Frente a una sala repleta de celebridades y empresarios, la cantante lanzó una reflexión incómoda sobre el poder del dinero y el rol de los más ricos en un mundo desigual.

“Si tienes dinero, úsalo para algo bueno, ayuden a quienes lo necesitan”, comenzó diciendo la artista. Pero luego, su mensaje se volvió más punzante: “Los quiero a todos, pero hay algunos aquí que tienen mucho más dinero que yo. Si eres multimillonario, ¿por qué lo eres? Sin ánimo de ofender, pero sí, regalen su dinero, por favor”.

El auditorio, que contaba con nombres como Mark Zuckerberg, quedó en silencio. El discurso de Eilish contrastó con la pompa del evento, transformando la gala en una intervención política con eco global.

Además, la cantante anunció que donará 11,5 millones de dólares de su gira Hit Me Hard and Soft a proyectos de justicia climática, equidad alimentaria y reducción de la contaminación, reafirmando su compromiso con las causas ambientales y sociales.

La artista, conocida por su autenticidad, volvió a demostrar que su influencia va mucho más allá del escenario. En un mundo de lujos y excesos, su mensaje sonó como un grito de conciencia: el dinero, dijo, solo tiene sentido si ayuda a cambiar vidas.