La historia que había capturado la atención de medios y fanáticos llegó a su final. Este sábado, en una entrevista exclusiva con el programa D Corazón de RTVE, Lamine Yamal, la joya del FC Barcelona, anunció que su relación con Nicki Nicole terminó, despejando cualquier sospecha de infidelidad.

“No ha sido por ninguna infidelidad. Simplemente, nos hemos separado y ya”, aseguró el delantero, en declaraciones que rápidamente se viralizaron en redes. Su sinceridad cortó de raíz las versiones que lo vinculaban a una supuesta traición tras un viaje reciente a Milán.

La ruptura llega apenas dos meses después de que la cantante argentina hiciera pública la relación con una foto en Instagram, celebrando el cumpleaños del jugador.

Desde entonces, ambos se convirtieron en una de las parejas más comentadas del espectáculo y del fútbol internacional. Su breve pero intensa historia incluyó apariciones conjuntas, muestras de afecto público y la presencia de Nicki en el Estadio Olímpico Lluís Companys, donde Yamal marcó un gol en la victoria del Barça por 6-1 ante Olympiacos.

Pero la calma se quebró en las últimas semanas. Los rumores crecieron, y la distancia se hizo evidente hasta que el propio futbolista decidió poner fin a la especulación: “Todo lo que está saliendo no tiene nada que ver con nuestra relación”, afirmó, marcando el cierre de una historia que, aunque corta, dejó titulares en todo el mundo.

El fin de la relación coincide con un nuevo capítulo personal para Lamine, quien recientemente compró la mítica mansión de Esplugues de Llobregat donde vivieron Shakira y Gerard Piqué durante su matrimonio. Valuada en 11 millones de euros, la casa vuelve al foco mediático, esta vez como el escenario de la nueva vida del joven crack.

Así, el romance entre Yamal y Nicki Nicole se suma a la lista de amores fugaces bajo el reflector: dos mundos distintos, la música y el fútbol, que se cruzaron brevemente y se despidieron con respeto, pero no sin ruido.