La recorrida del intendente Claudio Larraza por las obras de la nueva Plaza de Integración, en Plaza Huincul, terminó en un episodio de fuerte tensión cuando un grupo de monotributistas que prestaban servicios al municipio lo increpó, lo empujó y lo amenazó, exigiendo la continuidad de trabajos que, según el Ejecutivo, ya no pueden sostenerse por cuestiones presupuestarias.
El incidente ocurrió el jueves por la mañana, mientras Larraza supervisaba el avance de la obra junto al secretario de Hacienda Alejandro Cancio y otros funcionarios. En ese momento, varias personas identificadas como prestadores independientes se acercaron reclamando seguir vinculados a tareas como veredas, cordones cuneta y otros trabajos menores de obra pública.
En algunos casos, esas tareas ya habían sido finalizadas, y según la gestión municipal, la reestructuración presupuestaria impide continuar bajo la misma modalidad.
El cruce se agravó con agresiones verbales y empujones, aunque ninguno de los funcionarios resultó lesionado. El clima obligó a interrumpir la recorrida y generó preocupación dentro de la administración local.
El hecho llegó rápidamente a oídos del gobernador Rolando Figueroa y del Ministerio de Seguridad provincial. Desde el municipio se emitió un comunicado repudiando “los hechos de extrema gravedad” y calificando la conducta como “manifestaciones de odio y violencia inadmisibles” que “atentan contra la convivencia democrática”.
La comuna aseguró que se pondrá a disposición de la Justicia para esclarecer lo ocurrido, aunque hasta este viernes por la mañana no se había radicado una denuncia formal en fiscalía.
El gabinete municipal acompañó públicamente al intendente y destacó la necesidad de que Plaza Huincul siga desarrollándose “en un marco de respeto, diálogo y seguridad”.
