La muerte de Matilda Angeleri, una estudiante de 18 años que cursaba quinto año en el Colegio Preuniversitario Ramón Cereijo de la UBA, ubicado en Escobar, volvió a poner en evidencia la gravedad del bullying escolar y sus consecuencias. La adolescente se quitó la vida a fines de septiembre, luego de atravesar, según su familia, un prolongado período de hostigamiento y aislamiento por parte de un grupo de compañeros.
Durante el acto de colación realizado en la Facultad de Derecho, su madre, Rosana Plaza, subió al escenario para recibir el diploma en nombre de su hija. Lo hizo entre lágrimas y con un mensaje contundente: “No busco sangre, sino concientizar”. Con un cartel que llevaba la frase “Matilda presente, Matías presente. ¡Basta de bullying en la UBA!”, también recordó el caso de Matías Rolfi, estudiante de Medicina fallecido en octubre en un hecho aún bajo investigación.
"Desgarrador"
— Tendencias en Argentina (@porqueTTarg) December 3, 2025
Por el caso de Matilda Angeleri, que se suicidó tras sufrir bullying en la escuela, Ramón Cereijo de Escobar: su mamá recibió su diploma en la Facultad de Derecho y mostró un cartel que decía: “Matilda presente. Matías presente. ¡Basta de bullying en la UBA!”. pic.twitter.com/Fei1pLtCNC
La familia afirma que el acoso hacia Matilda comenzó en 2020, con burlas sobre su cuerpo, agresiones físicas y exclusión sistemática en el ámbito escolar. “La empujaban contra la puerta y le decían ‘gorda, corréte’. Siempre estaba sola en el recreo”, relató su madre. La situación impactó en su salud emocional, al punto de evitar el viaje de egresados por miedo a sentirse aislada.
Rosana sostiene que el colegio no intervino de manera suficiente, pese a recibir pedidos de ayuda. La institución, en cambio, niega que haya existido inacción y asegura que el Departamento de Orientación Escolar mantuvo un acompañamiento permanente con la familia y profesionales tratantes.
El caso despertó reclamos por la revisión de protocolos y la implementación de acciones más efectivas frente al acoso entre estudiantes, especialmente en un contexto donde la violencia se extiende a redes sociales y persiste fuera del establecimiento.
Rosana, hoy integrante del grupo Renacer, acompaña a otras familias que transitan la pérdida de hijos. En su mensaje al cierre del acto, reiteró la urgencia del debate: “El bullying ahora es 24 horas. Mi hija no pudo más”.