El recorte en Ciencia y Tecnología dispuesto por el gobierno nacional provocó una fuerte reacción desde los intendentes y municipios. El más contundente fue Fernando Espinoza, quien advirtió que “en 2026 la Argentina será el único país de América Latina que no invertirá en ciencia” tras la anulación de convocatorias y el congelamiento de adjudicaciones de proyectos iniciadas hace más de dos años.
Espinoza calificó la medida como un verdadero “cientificidio”, advirtiendo que a los viejos recortes históricos a la ciencia se suma ahora la destrucción del presupuesto de la Agencia I+D+i. Según sus palabras, la inversión de 2025 cayó a su mínimo histórico: apenas 0,16% del PBI, un nivel que distancia a Argentina de cualquier estándar de desarrollo.
Otro triste récord para el gobierno de Javier Milei: en 2026 la Argentina será el único país de América Latina que no invertirá en Ciencia por la decisión de anular las convocatorias para proyectos de investigación e ignorar los adjudicados hace ya más de dos años. pic.twitter.com/HJqnMn832z
— Fernando Espinoza (@FerEspinozaOK) December 8, 2025
Para el intendente de La Matanza, estos recortes no solo significan un golpe a la investigación, sino un cierre de puertas al futuro de una generación de jóvenes. Espinoza enfatizó que sin ciencia ni tecnología no hay futuro posible, y defendió el rol del Estado como garante de oportunidades reales para todos.
Como ejemplo de resistencia local, destacó el proyecto del primer Polo Científico-Tecnológico de América Latina que impulsa su municipio. Espina explicó que allí se integra un modelo educativo completo: desde jardines digitales, pasando por escuelas, un centro de innovación educativa (CITLAM) y un futuro centro universitario de innovación (CUDI). Según sus estimaciones, dicho polo podría generar más de 10 mil empleos modernos si el Estado invierte en ciencia.
“Desfinanciar la ciencia y dejar todo en manos privadas es construir un país para pocos”, alertó, calificando al gobierno como atado al pasado y declarando que “el futuro es ahora”. Su denuncia deja en evidencia una decisión política que podría hipotecar la capacidad de desarrollo tecnológico, científico y social de las nuevas generaciones.