Sociedad

Los centennials son más saludables y felices que los millennials

Mucha gente parece estar convencida de que los jóvenes de ahora son más perezosos e irresponsables que sus predecesores. Otros, generalmente gente de edad adulta, aseguran que las generaciones futuras están destrozadas por los teléfonos móviles. Estos son temores antiguos y comprensibles —porque los padres han evolucionado para preocuparse—, pero la realidad de los jóvenes es menos catastrofista.

La generación Z es una generación prudente. Aquellos nacidos después de 1997, los denominados centennials demuestran estar en contra de muchas tendencias destructivas de sus antepasados.

Según algunos estudios, los jóvenes fuman poco, beben menos, consumen menos drogas y salen menos de noche. Básicamente parecen más responsables, son más estudiosos, más familiares y mejores compañeros.

En rigor, el porcentaje de jóvenes que fuman con 15 o 16 años se ha dividido por cuatro desde 2002. Apenas son el 5%, según el estudio HBSC, auspiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). A su vez, en dos décadas se ha reducido a la mitad el consumo de cocaína, éxtasis, alucinógenos y anfetaminas, según datos del Plan Nacional sobre Drogas (Datos provenientes de España).

Asimismo, los adolescentes beben menos: solo el 8% toma alcohol cada semana, una tercera parte que en 2006. El 76% cree que tomarse 5 o 6 copas un fin de semana puede causar “bastantes problemas”. Esto demuestra como viejas prácticas se han ido modificando. Solo el 26% de los jóvenes entre 15 y 24 años sale de noche casi todos los fines de semana, frente al 64% de 1996.

En el ámbito académico, el abandono escolar se ha reducido (del 31% al 18% actual) y hay más universitarios (el 40% está en la universidad entre los 20 y los 24 años, mientras que en 2005 eran el 28%). Ya que para esta generación los estudios universitarios son primordiales para poder informarse e instruirse para afrontar la vida. Esto se revela también en que el 89% de los jóvenes lee libros, frente al 72% de 2006.

En otros espacios también se vislumbran los cambios generacionales. Solo el 12% dice haber sufrido bullying, comparado con el 24% que decía lo mismo en 2002. En la alimentación, se nota una preocupación por cuidar el medio ambiente y la salud del organismo propio. Por esto, comen más verdura, menos dulces y muchos menos refrescos azucarados.

En resumen, podría afirmarse que los centennials son más felices, que su generación anterior, los millennials.

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