En la actualidad, los millennials y los centennials son los dos segmentos del mercado que protagonizan la mayor parte de las acciones de consumo de quienes tienen capacidad adquisitiva. Esto significa que los jóvenes marcan tendencia, en cuanto a los hábitos a la hora de adquirir productos y servicios, por lo cual las empresas están muy atentas a sus demandas.

Aquellos que nacieron cerca del fin de siglo, dentro del período 1996 – 2005, suelen ser más conservadores que los millennials, quienes llegaron al mundo entre 1980 y 1995. Son más reservados con respecto a su privacidad, e incluso la mayoría de ellos no compartiría su información personal.

Están atravesados por la era digital -se mueven en la misma como pez en el agua- y la tecnología no es percibida como una novedad. No conciben la vida sin Internet, por lo cual están sobreexpuestos a la información, y esa es la diferencia más grande con los millennials, quienes también han conocido otro tipo de comportamientos.

Un aspecto que pinta de cuerpo entero a los centennials es que son “multipantalla”: utilizan al mismo tiempo un smartphone, una tablet, televisores, una PC, consolas de juegos y pantallas de cine, sin sentirse abrumados, sino todo lo contrario. Sus ídolos no pertenecen al mundo de Hollywood, sino que se identifican más con los “influencers” o “youtubers”.

Están conectados a sus redes permanentemente, como si los dispositivos fueran extensiones de sí mismos, y si bien disfrutan de salidas y realizan deportes, tienen un vínculo virtual muy fuerte con sus amigos vía chat (dentro de las redes, o en Whatsapp), donde se desenvuelve gran parte de su vida social.