España

España busca reglamentar la actividad de los influencers

El Jurado de la Publicidad de Autocontrol, el organismo independiente de autorregulación de la industria publicitaria en España, marcó jurisprudencia al amonestar por primera vez a una influencer que fue denunciada por hacer publicidad encubierta en la red social Instagram.

Aunque en la práctica la decisión no conlleva más que un aviso, se trata de una resolución pionera en España, que no cuenta con una regulación específica para la publicidad que realizan los influencers en las redes sociales.

Los influencers se rigen por las normas generales de la publicidad, que obligan a que cualquier anuncio, remunerado económicamente o en especie (mediante productos o servicios) esté claramente identificado como tal.

Con las redes sociales y la creación de la figura del influencer en muchos casos es imposible discernir si, cuando desde estas cuentas se recomienda una determinada marca o empresa, se hace de manera sincera o se produce a cambio de una contraprestación, convirtiéndose en publicidad encubierta.

En el caso de Paulina Eriksson, el Jurado de la Publicidad ha tenido pocas dudas. Basando el caso en una publicación donde la joven habla de unos auriculares inalámbricos, el dictamen publicado el viernes, el organismo señala que "el contenido y características del mensaje eran propias de un contenido promocional": "La líder de opinión centra su post en un único producto empleando un tono claramente laudatorio sobre las ventajas y características de los auriculares inalámbricos".

Actualmente, diversos países trabajan en la confección y planificación de nuevos paquetes que controlen y reglamenten la actividad de los influencers y sus pautas de publicitación en las distintas plataformas digitales.

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