Sociedad

Leer es mejor que ver Netflix antes de dormir

La luz azul que emiten las pantallas y la larga permanencia frente a ella, para ver una serie o película, atentan contra el buen descanso y la salud en general de las personas.

Durante los últimos años, y a medida que la tecnología se desarrolló optimizando artículos electrónicos como smartphones, tablets, notebooks, y smartvs. En paralelo, distintos estudios científicos han demostrado que uno de los mayores impedimentos para tener una buena noche de sueño es mirar una pantalla de dispositivo antes de acostarse.

Según datos que publica la entidad Fundación Nacional del Sueño (NSF, por sus siglas en inglés), una organización benéfica sin fines de lucro de EEUU, es recomendable que los adultos duerman entre siete y nueve horas de sueño por noche. Pero, la realidad dista mucho de lo correcto: casi el 30 por ciento duerme menos de seis horas, y algunos ocasionalmente pierden una noche por completo, lo que resulta en una acumulación lenta de deudas de sueño que pueden afectar su apariencia, su sistema inmunológico, e incluso la forma en que funciona tu cerebro.

La falta de sueño representa uno de los problemas más habituales en las personas. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el 40% de la población duerme mal. Lo cierto, es que dormir menos horas de lo recomendado impacta de manera directa en el cuerpo y conlleva trastornos fisiológicos y psíquicos, como el estrés o la ansiedad, y es muy negativo en el rendimiento al día siguiente.

Los trastornos del sueño son cambios en el modo de dormir. Estos pueden afectar el estado de salud general, la seguridad y la calidad de vida de las personas. La falta de sueño, además, puede afectar la capacidad para conducir de manera segura y aumentar el riesgo de padecer otros problemas de salud.

Se sabe que la melatonina es la encargada de promover el estado del sueño. Al mirar una serie completa en alguna pantalla, el cerebro envía corrientes de luz potentes, un mensaje contradictorio, que disminuye la secreción de la hormona y, por ende, reduce el cansancio.

Debido a la radiación lumínica de los dispositivos, se producen dos fenómenos de trascendencia para los ritmos de sueño. Por un lado, afectan su período natural de sueño, reduciéndolo a niveles de peligro. Por otro, agregan un factor distorsivo, pues la luz del monitor en ese momento atrasa el reloj biológico.

La recomendación es evitar el brillo de las pantallas minutos antes de ir a dormir. Su brillo provoca confusión y consiguientes dificultades en el descanso. Asimismo, es importante contar en el dormitorio con una luz más cálida porque afecta menos a la producción de esta sustancia y, a medida que avancen las horas, el cuerpo irá pidiendo descansar.

Distintos estudios efectuados muestran que la forma más perjudicial de afectar los patrones de sueño de los niños es tener un televisor en su habitación. Esa misma lógica se aplica a la edad adulta, aunque puede ser más difícil practicar el autocontrol que a los padres sacar las pantallas de las habitaciones de sus hijos. A menudo, los días y las noches pueden estar tan llenos que el único momento para ver una película o serie es justo antes de acostarse.

Frente a esto, la National Sleep Foundation recomienda leer como “una actividad relajante” antes de acostarse. Sin embargo, recomienda no leer en un Kindle u otro lector electrónico: “encuentre un libro real, de esta manera, todavía se puede disfrutar de la estimulación de seguir una historia antes de acostarse sin ser interrumpido por la luz azul. Además, la lectura impresa todavía tiene efectos sorprendentes”.

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