Después de llevar unos amigos al aeropuerto, Solange Barroso pensó en sumar un ingreso extra como remisera y decidió ponerle un ingenioso pero polémico nombre.

El sueldo como docente no le alcanzaba y la vida junto a su hija de 3 años se hacía cuesta arriba. Por eso fue que a Solange se le ocurrió que su nuevo servicio de remises fuera sólo para mujeres y eligió el nombre por una palabra en la que confluían su amor por los animales y sus hábitos vegetarianos. Así fue que nació el ingenioso nombre “Ubre”.

Barroso, profesora de teatro de 36 años, se separó del padre de su pequeña hija hace dos meses y explicó en diálogo con la agencia Télam: “Necesitaba un ingreso extra de dinero, porque con la pandemia las horas de clase que se pueden agarrar son muy pocas, y ahora tengo que pagar sola un alquiler y los gastos diarios”.

Sin embargo, todo no es color rosa, ya que hace algunos días le llegó una carta documento a nombre de “Uber Technologies, Inc.”. En ella se le solicitaba “desistir de su solicitud de registro de la marca UBRE” y “cesar inmediatamente todo uso” de la misma.

Según el documento enviado por Uber, “la marca” que Barroso pretende utilizar “es muy similar y confundible” con el de la empresa multinacional y señala que “en caso de no tener una respuesta dentro de los cinco días hábiles” se tomará como una respuesta negativa y se “iniciarán acciones legales”.

Por su parte, Barroso, aseguró que “no desistirá del nombre”, pero que le indicó al letrado que busque un canal de diálogo con los representantes de la empresa ya que no tiene “ganas de perder tiempo, ni energía en un litigio eterno”.