El planeta se paralizó, literalmente una enorme porción de la población del mundo detuvo sus actividades y direccionó el foco en París. Claro, la increíble salida de Lionel Messi del Barcelona sacudió todo y las cámaras se centraron en el aterrizaje del astro en el PSG.

Dentro de todo ese contexto, apareció una pequeña arista, que se vincula con otro tipo de ámbito, ya que en el elenco francés se encuentra Mauro Icardi y por consecuencia su esposa, la siempre rimbombante Wanda Nara. La blonda se movía a sus anchas en la capital francesa y por eso se especuló sobre cómo sería la relación con Antonela Roccuzzo.

A pesar que no se mostraron en ninguna situación pública, Wanda empezó inmediatamente a seguirla en Instagram como un gesto digital de intento de acercamiento. Aunque la rosarina no le devolvió al follow hasta pasadas varias semanas. En ese raid de presunciones se creyó que la amistad de Roccuzzo con Evangelina Anderson tallaría en todo este lío.

Todo esto estalló por los aires en los últimos días, ahora ya quedó confirmada la escasa afinidad entre Antonela y Nara. ¿Qué pasó? Ambas coincidieron en un exclusivo desfile de Luis Vuitton, que tuvo como epicentro el afamado museo de Louvre.

Lejos de exhibirse compinches, o al menos respetuosas, algo explotó. Se viralizó un video de un instante decisivo del evento, de un momento que actúa como prueba irrefutable. En las imágenes se percibe como Wanda camina al lado de Antonela y no le dirige ni la mirada.

Como si fuese poco, uno de los custodios de la esposa de Mauro Icardi se lleva puesta a la buena de Roccuzzo que reaccionó con un lenguaje corporal de extrañeza, así como una risa nerviosa. Cada una siguió por su sendero y no compartieron nada.