Corea del Sur

La cruel dictadura del K-pop

Sulli, la figura del K-pop de 25 años encontrada muerta hoy en Corea del Sur, parece ser la última víctima de una factoría industrial tan exitosa como despiadada.

El K-pop es quizás la bandera más estridente y polémica de la “hallyu", la “diplomacia blanda” surcoreana que incluye su cine y literatura. Una fábrica que lanza todo el tiempo nuevos cantantes con su imagen producida y cuidada al milímetro. Una vez que explotan en su país salen a ganar nuevos mercados internacionales. Primero en Asia, y luego se expanden por el mundo. En México, por ejemplo, el k-pop tiene un notable éxito.

Pero la maquinaria es frenética y despiadada. Implica presiones brutales y una gran competencia para los niños que pretenden convertirse en las nuevas estrellas (la edad de ingreso a las academias suele ser entre los 7 y los 10 años), control estricto de sus hábitos y conductas durante el pico de su fama (que suele ocurrir durante la adolescencia) y rápido descarte cuando superan los 30 años.

Los niños tienen que llevar a la perfección sus elaboradas coreografías de elaboradas rutinas de baile y canto. Para la conformación de cada nuevo grupo, además, se buscan determinadas combinaciones específicas de altura, color de pelo, piel y look. Las audiciones, en las que pueden pasar hasta 600 candidatos en 5 horas, suelen ser brutales.

Para quienes logran pasar ese filtro, comienza un nuevo mundo intenso que los convierte en súbitos “ídolos” populares (la palabra “ídolo” es impuesta por la industria como compañía obligatoria del nombre artístico del cantante), con demandas de shows en vivo, grabaciones y presentaciones en los medios sin descanso y un férreo control sobre su vida privada. Cualquier escándalo, vicio o simplemente un romance que se haga público puede significar la expulsión automática por parte de la industria del K-pop, que no tolera nada menos que la perfección inmaculada de sus productos.

A fines de 2017 fue hallado muerto en su departamento de Seúl Kim Jong-hyun, cantante de la banda SHINee.

En marzo de 2018, falleció de un ataque al corazón Seo Min-woo, líder de la banda de K-pop 100%. Tenía apenas 33 años. Picos de estrés, desórdenes alimenticios y depresiones agudas son habituales en los “ídolos” del K-pop.

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