La modelo australiana Lucy Markovic, reconocida por su participación en la novena temporada de Australia’s Next Top Model y por desfilar para marcas como Versace, Givenchy y Victoria Beckham, murió a los 27 años a causa de una malformación arteriovenosa cerebral.
La noticia fue confirmada ayer, 10 de abril, por su agencia Elite Model Management, que destacó su energía y carisma. La modelo había revelado su diagnóstico semanas antes, indicando que la MAV le provocaba convulsiones desde hacía cuatro años. La cirugía para tratarla había sido reprogramada días antes de su fallecimiento. Su familia pidió privacidad en este momento de duelo.
Elite Model Management, la agencia que representaba a la modelo en Nueva York, comunicó la noticia a través de una publicación en Instagram donde expresó: “Nos rompe el corazón compartir que Lucy Markovic falleció después de una valiente batalla contra una malformación arteriovenosa cerebral”.
La familia de Markovic también utilizó las redes sociales para anunciar su muerte, escribiendo en sus historias. Además, la agencia describió a Markovic como “una luz radiante” y destacó que “su sonrisa y su risa podían iluminar cualquier habitación y atraerte más a ella. Le encantaba bailar; realmente brillaba”.
“Modelar era uno de los sueños de Lucy, y nos sentimos profundamente honrados de haber sido parte de ese camino con ella”, añadieron en el mensaje.
Además, publicaron una historia en su cuenta de Instagram. “Queridos amigos y familiares, lamento informarles que Lucy ha fallecido. Estaba en paz. Su madre, yo y la mía estábamos con ella. Les pedimos que nos den espacio en estos momentos difíciles. Descansa en paz, Lucy.”
Una enfermedad rara y un diagnóstico tardío
Tres semanas antes de su muerte, Markovic había revelado que estaba enfrentando una condición médica grave. A través de una publicación en su cuenta de Instagram contó que padecía una malformación arteriovenosa cerebral (MAV), una anomalía congénita que consiste en una maraña de vasos sanguíneos que forman conexiones anómalas entre arterias y venas en el cerebro.
Según explicó, la malformación tenía “el tamaño de una pelota de golf” y le había provocado convulsiones recurrentes a lo largo de los últimos cuatro años.
La cirugía para tratar esta condición había sido inicialmente programada para el 26 de marzo, pero luego fue reprogramada para el 2 de abril, según informó la Australian Broadcasting Corporation.
“Un torrente de emociones en este momento. La vida es un viaje y estoy lista para el siguiente capítulo”, escribió la modelo en su Instagram. El anuncio estaba acompañado por una fotografía suya en una cama de hospital y una imagen de su tomografía cerebral.
De acuerdo con la Clínica Mayo, una MAV puede provocar hemorragias cerebrales, daños neurológicos y convulsiones, y su tratamiento depende del tamaño, la localización y la sintomatología. Esta condición afecta aproximadamente a tres de cada 10.000 personas, según cifras de la Fundación del Cerebro de Australia.