El Fortnite, uno de los videojuegos del momento que marcó una época para la industria del entretenimiento, acaba de ser prohibido en el estado norteamericano de Kentucky. La decisión se debe a que consideran al juego como un producto demasiado violento y podría ser una mala influencia para los jóvenes.

Desde la Kentucky High School Athletic Association (KHSAA) decidieron eliminar el producto del estudio Epic Games de la lista de juegos permitidos en los e-sports. Uno de los voceros de la institución aseguró: “No hay lugar para los títulos de disparos en nuestras escuelas”. La medida fue tomada en conjunto con el departamento de educación del Estado.

A pesar de las peticiones de diversos usuarios para revisar la situación, la postura del estado parece inflexible ya que a lo largo de su historia sufrieron muchos hechos lamentables referidos a los disparos. Por ejemplo, el tiroteo ocurrido en una escuela en enero del 2018. En aquel hecho un joven de 15 años asesinó a dos estudiantes y dejó varios heridos.

Por supuesto, esta normativa no está fuera de debate. Diversas instituciones, profesionales, voces del mundo del gaming y de la educación; han manifestado su disgusto hacia este tipo de medidas. No hay datos científicos, ni métodos empíricos que demuestren la influencia directa de un dispositivo cultural (película, serie, videojuego, cómic, etc), sobre la manifestación de actitudes peligrosas y violentas de un sujeto, franja etaria o estrato social.