El insólito hecho sucedió en los controles policiales realizados en vehículos y personas sobre la Ruta Nacional 34, a la altura de La Isleta, en el departamento La Banda, en Santiago del Estero.

Todo inició cuando el chofer de una ambulancia fue interceptado por la policía. Al ser interrogado por los efectivos, el hombre afirmó que trasladaba pacientes. Efectivamente, cuando los efectivos abrieron la puerta, se encontraron con pacientes, pero también 10 cajas de fernet y 11 packs de gaseosa.

Los uniformados interceptaron la ambulancia perteneciente a la Municipalidad de la ciudad de Añatuya, departamento General Taboada. El conductor, identificado por la Policía como Humberto David Castillo, de 37 años, manifestó que se dirigía desde un centro de salud de la ciudad Capital hacia Añatuya y que transportaba a tres pacientes y dos acompañantes.

Al encontrar el cargamento de bebidas, la policía pidió explicaciones al conductor, quien dijo que las bebidas "eran un encargo del intendente de Añatuya, Pocho Ibáñez, para abastecer su comercio”.

Ante esta situación, el hecho fue informado a la representante del Ministerio Público Fiscal de la Circunscripción Banda y Robles, Jacqueline Macció. Quien, por su parte, ordenó el secuestro de todas las bebidas, las que fueron depositadas en la sede de la Comisaría Comunitaria Nº 12.

De esta manera, se dispuso que el fernet y las gaseosas fueran entregadas si el dueño se presentaba con factura de compra y llegara en un vehículo acorde para el traslado.

Asimismo, la funcionaria judicial ordenó que por tratarse de una ambulancia que trasladaba pacientes, prosiguieran viaje para evitar complicaciones en su salud.