En pleno éxito por su papel en la serie de Luis Miguel, se refirió al momento en que compartió una película con la estrella de Hollywood.

Sin dudas Diego Boneta atraviesa un gran presente profesional con su personificación de Luis Miguel en la serie biográfica del cantante. Sin embargo, a lo largo de su carrera no todo fue color de rosas y de hecho tuvo que sortear varios obstáculos. En una reciente entrevista reconoció que le hubiese gustado sentir más apoyo de sus colegas latinos cuando trabajó en Los Ángeles y, además, destacó un gran gesto que tuvo con él nada menos que Tom Cruise.

Boneta y Cruise se conocieron en 2012 cuando trabajaron juntos en la película Rock of Ages. En un reportaje con el diario El Español, recordó el trato que tuvo con él la estrella de Hollywood.

“Los dos tuvimos que aprender a tocar la guitarra para la película y él insistió en que fuéramos juntos a clase. Me contaba historias de sus filmes con Paul Newman y Dustin Hoffman porque él vio una similitud entre nosotros: los dos aprendimos trabajando”, aseguró el actor mexicano.

En esa línea hizo hincapié en las palabras que le dijo Cruise a modo de consejo, las cuales aún recuerda: “Me dijo, ‘Diego, es muy importante tener una relación de respeto con la prensa’. El público te va a respetar más si lo que se conoce de ti es tu trabajo y no con quién sales”.

Más allá del apoyo que sintió de su colega, reconoció que no todos se comportaron de la misma manera con él cuando trabajó en Hollywood, y de hecho apuntó a hacia sus compatriotas al señalar que lo dejaron bastante solo.

“Me sentí extremadamente solo. Pensé que iba a tener más apoyo de actores latinos en Los Ángeles. Pasa algo con los mexicanos: el peor enemigo de un mexicano es otro mexicano. Somos más envidiosos que en otras culturas”, expresó duramente Boneta.

Ante esto, ejemplificó: “Hollywood es como entrar a una tienda con todos los dulces que quieres, es muy fácil perderte ahí. Si haces una película exitosa, todas las puertas se te abren. La fiesta, las mujeres, el pasarlo bien se convierte en una prioridad y no el trabajo”.