Ayer se dio a conocer la muerte de Federico Potarski, futbolista del Club Berazategui y además trabajaba como chofer de aplicación. El joven fue asesinado de un balazo en la cabeza por delincuentes que querían robarle el auto en la localidad bonaerense de Villa San Petersburgo.

Tras difundirse la noticia del futbolista, las autoridades del Torneo de la Liga 2022 del futbol argentino decidieron realizar un minuto de silencio en el inicio de todos los partidos de la octava fecha.

Federico Potarski, oriundo de Isidro Casanova, tenía 29 años y era defensor en el dicho club de la Primera C. El joven comenzó jugando al fútbol en las Inferiores de Almirante Brown y debutó en Primera en Liniers en 2016 y en el campeonato de la Primera D. En enero de este año logró el paso a Berazategui.

“Era un tipo que se cuidaba, era profesional, se iba todos los días temprano a entrenar y era una persona excelente. Y si no se cuidara, si fuera borracho o se drogara, no tenés derecho a morir así. Nadie se merece morir de esa forma”, explicó Javier, su primo.

La familia de Potarski se conforma por dos padres, cuatro hermanos y dos abuelos: “Estábamos con el hermano de él, mandan una foto de un auto tirado en una villa, vimos la patente y era el auto de Fede. Corrimos al hospital y cuando llegamos ya estaba sin vida”, contó sobre cómo se enteraron.

“Hace poco había comenzado a trabajar haciendo viajes a través de una aplicación. Tenía que trabajar a la noche porque a la mañana entrenaba. La familia está destruida y muchos jugadores que lo conocían también. Era una de familia muy trabajadora”, puntualizó el primo de la víctima.

Potarski conducía un Fiat Uno Way, y fue encontrado en el suelo y fue trasladado de urgencia al Hospital Paroissiens, donde ingresó fallecido. Mientras que la Policía halló una vaina calibre 9 milímetros a centímetros del cuerpo, mientras que el vehículo estaba estacionado sobre arteria Gaboto, en el interior del pasillo de la Tira 32 de la Villa San Petesburgo.