Una inmensa mayoría. Una montaña de televidentes lo juzgaron y decidieron que armara las valijas para abandonar la casa a un puñadito de días de ingresar. A pesar de su estrepitosa salida de Gran Hermano, Tomás Holder experimenta su momento de máxima fama y visibilidad.
El rosarino, que intentó exponer un alto perfil en la convivencia del reality, recibió un cachetazo de los votantes que lo seleccionaron como el primer eliminado. Empero, el musculoso activó un raid furioso por cuanto programa de televisión exista, incluso los que no pertenecen a Telefe.
Así, Tomás enfatizó su presencia delante de la cámara, al mismo tiempo que se agudizaron las “investigaciones” sobre su vida privada, con el análisis de algunos videos que armó con su madre en tono de telenovela y actuando de pareja, o la filtración de una ex novia que lo tildó de violento.
Lo cierto es que el fanático del gimnasio aprovechó todo este aluvión y encontró un resquicio para aumentar sus ingresos económicos a través de la actividad en las plataformas digitales. Parece que Tomás percibió que esta espuma de la fama le podría redituar en embolsar sumas interesantes.
Al menos eso se desprende de la revelación de Maite Peñoñori, quien en Intrusos aseguró que dispone de una información calificada respecto al cachet que exige Holder en Instagram. “Antes un posteo en sus historias lo cobraba 20 mil pesos, ahora pide 150 mil", exclamó.
De esta manera, Holder estaría usufructuando de este periodo y le sacaría jugo a sus perfiles digitales, para con las marcas que se contactan con él en búsqueda de algunos arreglos comerciales.