La disputa por la presidencia de la Cámara de Diputados se zanjó a favor de un libertario, desechando otras opciones como Cristian Ritondo o Florencio Randazzo, que habían impulsado el PRO y el cordobesismo de Juan Schiaretti.

El nombre de Martín Menem se impuso gracias al apoyo de los libertarios “de la primera hora”, y será quien suceda a Cecilia Moreau al frente de la Cámara baja nacional.

Sin embargo, el hijo del exsenador Eduardo Menem no sería el único portador de ese apellido que desembarcaría en el Congreso. Desde el futuro oficialismo aseguran que Eduardo, primo de Martín, podría acceder a la estratégica secretaría administrativa, que maneja la "caja" de ese cuerpo.

“Lule”, sobrino del expresidente Carlos I de Anillaco e hijo de Munir, exfuncionario del menemismo y otrora embajador en Siria, tiene experiencia como operador político. Fue secretario de Gobierno durante la gestión de Ángel Maza en La Rioja y secretario privado de Eduardo en la Cámara Alta.

Esta condición y experiencia habrían llevado a Javier Milei a encomendar a “Lule” el armado y el control político en varias provincias, entre ellas la de Buenos Aires, por lo que se transformó desde hace unos días en el “hombre fuerte” de los libertarios en territorio bonaerense.

El vertiginoso ascenso del riojano tiene como explicación, además de su capacidad negociadora, la caída en desgracia de quien fuera uno de los hombres más cercanos al presidente electo y compañero de aventuras políticas desde sus inicios: Carlos Kikuchi.

La primera prueba de fuego no tardó en llegar para “Lule”, quien tendrá que mediar entre los distintos sectores libertarios que conviven en la Provincia, una realidad que podría desembocar en la conformación de más de un bloque de LLA en la Legislatura.