La Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) confirmó que, en lo que va del año, ya se cerraron 10.000 kioscos en todo el país. Aumentos de tarifas y la caída en las ventas son los motivos que argumentan desde el sector, quienes temen lo peor: ''En el gobierno de Mauricio Macri cerraron 33.000 kioscos. Mientras que en los primeros 10 meses de gobierno de Javier Milei, ya cerraron casi un 10% de los kioscos existentes en todo el territorio argentino''.
Así lo aseguró Néstor Adrián Palacios, vicepresidente de la UKRA, exponiendo la alarmante situación. Además, detalló que el ''aumento de tarifas públicas de luz, agua, gas, de impuestos, de alquileres, sumado todo a la fuerte caída de consumo y la baja de la rentabilidad'', hacen que sea ''insostenible poder seguir adelante''.
Asimismo, destacan la aparición de ''kioscos paralelos'', donde se abren ventanas en los barrios para que la gente pueda comprar los productos de esa forma, ante la caída de kioscos con historia. De esta manera, operan de manera informal, pero en la búsqueda de sumar ingresos y alcanzar la difícil tarea de llegar a fin de mes.
La administración de Mauricio Macri pasó como un tsunami por el sector: de 120.000 que había en pie tras el gobierno de Cristina Kirchner, 33.000 tuvieron que cerrar. A pesar de la pandemia, se recuperaron y llegaron al número de 90.000, cifra que ya se encuentra en caída libre.
''La caída en las ventas promedia el 50%, estamos vendiendo la mitad de lo que vendíamos el año pasado. Sobrevivimos gracias a las promociones, lo único que se vende es lo que está en promoción'', detalló Néstor Acuña, vicepresidente segundo de UKRA, al medio BAE Negocios.
Y agregó: ''En épocas de crisis y de gobiernos que no impulsan políticas populares se convierte en un kiosco almacén. Para poder facturar más ante la caída de las ventas sumamos productos de almacén. Muchos panificados y lácteos que ya no pueden vender en los supermercados vienen a los kioscos''.
De esta manera, el kiosco tradicional tiene que incorporar otras productos para evitar las bajas ventas, así como también incluir distintas ofertas y promociones.
Por último, revelaron que ni en Halloween -una época de mucho agite para el sector- las ventas pudieron impactar favorablemente a los kiosqueros. Algo similar se vivió este año con el Día del Niño, en el área de los vendedores de juguetes, quienes auguraron un futuro negro para esa industria y con números bajísimos.