Caso Fernando, dos cuestiones que subyacen

La primera cuestión que resulta grave para la sociedad es el ataque a la piba que asistió al chico asesinado haciéndole RCP.

La chica con un coraje fenomenal en el momento, con los violentos merodeando, frente a un cadáver destruido a patadas, se anima, actúa, pone los ovarios en contraposición con la falta de huevos de los asesinos que pegaron por detrás y en banda.

Va a declarar, los enfrenta y resulta por poco procesada y siendo culpable de la muerte.

Cuál es el mensaje: NO TE METAS.

La justicia en su inutilidad a los que nos tiene acostumbrada es como la Vaca empantanada: puede salir para cualquier lado.

Un tiro de gracia a la sociedad desmotiva en denunciar, participar, actuar, estar presente.

Ya la gente no denuncia robos de celulares (solo lo hacen para cobrar seguros) o bici o garrafas. Saben que no agarran a nadie, que la burocracia recae sobre el denunciante y no sobre el delincuente.

¡Y ahora esto!

Los colegios profesionales de médicos deberían salir a bancar sobre las bondades de ese método de reanimación.

Lo segundo está por verse en la sentencia. Qué pasa si la condena es absolutoria (improbable en cualquier país, pero en la Argentina nuestra justicia no solo es como Shakira, sorda, ciega, muda. Sino que muchas veces baila el vals con los delincuentes).

O si la por el contrario no es lo que esperamos todos, aun cuando los que somos abogados tenemos fundamentos para que no sea perpetua como también para que, si lo sea, después de todo siempre en el derecho hay dos bibliotecas).

La respuesta es obvia: hacela total aún filmados y delante de 23 testigos NO PASA NADA.

Hacela, si con un buen abogado conocedor de tecnicismos zafas. Y sino mirá a los rugbiers...

Hacela, si es la ley de la selva, el más grande se come al más chico.

Un mensaje demoledor al contrato social en que deberíamos vivir.

Sumados a María Marta que se suicidó con 5 tiros en la cabeza o Norita Dalmasso que se ahorcó con el lazo de la ropa.

Matá, robá, corrompete en millones, chateá alardeando de posiciones dominantes. Eso , no se te ocurra ROBAR UNA GALLINA.

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